ONU Noticias/Laura Quinones
Una pequeña isla del Caribe, conocida como "la flor del océano", fue diezmada por el huracán Iota en 2020. Aunque la pérdida de vidas humanas fue mínima, el impacto en los preciosos ecosistemas cambió la perspectiva de sus habitantes profundamente. Dos años más tarde, siguen trabajando para restaurar sus tesoros medioambientales y preparándose para cualquier contingencia que el cambio climático pueda traerles a continuación.
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